La justicia, ese conglomerado de normas y reglas que regulan las relaciones entre los integrantes de toda sociedad que se precie, es el tema de esta quinta entrega… y ya se sabe que la justicia es implacable, aunque no se aplique a todos por igual… Algo así como que siempre toca… cuando no un pito una pelota…
JUSTICIA
Eso es lo que clama la “ciudadanía” en vista de los procesos
abiertos últimamente, y que parece que en los criterios de los órganos
implicados en su aplicación, se mantienen ciertas discrepancias que hace que la
apreciación del dogma que dice que “la justicia es ciega”, no se corresponda con
la realidad. Debe ser porque alguien le quita la venda de los ojos a la Dama de la Justicia, que se representa con una balanza y los ojos vendados, cuando le conviene.
Para ilustrar con la ópera este clamor ciudadano, dejo este
vídeo de Don Carlo de Verdi, en el que Isabel de Valois le pide justicia a
Felipe II para reparar las maniobras que
intentan poner en duda su honorabilidad… La corte, la justicia, el honor, la
política y las intrigas están lamentablemente de actualidad…
BLANQUEO DE CAPITALES (1)
BLANQUEO DE CAPITALES (1)
Como si de una película de Berlanga se tratase, hemos visto
en las pantallas (de TV) a tres condenados por blanqueo de capitales…, al en su
día alcalde de Marbella, su amante y su despechada esposa. No hablaré de la
sentencia, que tiene tela, pero sí dejaré un vídeo como banda sonora para
representar a uno de los personajes. En este caso, a la amante tonadillera, que
hizo público su amor al entonces edil supremo de Marbella, en un supuesto devoto
camino rociero…
BLANQUEO DE CAPITALES (2)
Siguiendo con el peliculero acontecimiento, la despechada
esposa, una especie de sacerdotisa marbellí, destapa los trapicheos en el
consistorio de su infiel marido alcalde… En su enajenado despecho, no calculó las
consecuencias (o sí) que su ánimo de venganza podría traer, con el resultado de
estar los tres condenados por el delito ya mencionado. En la mente de la esposa
despechada crece el deseo de venganza, por considerar que las dispares
sentencias (de los tres implicados) no han conseguido satisfacer sus ansias de ver
recompensada su humillación, al ser su condena mayor que la de la amante de su
consorte. Consecuente con su delirio vengativo, amenaza con sacar a la luz todo
lo que se ha callado… Algo así como: “De perdidos al río”… Norma de Bellini y el
estupendo dúo en el que la sacerdotisa le canta las cuarenta a Pollione, es la
banda sonora que ilustra este acontecimiento… a tres bandas…
Jajaja, la historia da para una ópera y más. Lástima que hoy no tengamos un Bellini o un Verdi para ponerle música.
ResponderEliminarSi no fuera por la pasta que se han llevado podría ser también un buen tema para una ópera bufa...
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