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viernes, 30 de mayo de 2014

LA FORZA DEL DESTINO DE VERDI: "UNA ÓPERA MONACAL"



Un libreto un tanto disparatado y una partitura de excelente fuerza dramática, es lo que caracteriza a "La forza del destino". Verdi, apartado de la composición por aquellos años, acepta la invitación del teatro de San Petersburgo y se decide a componer una nueva ópera.
Se basa en la obra teatral "Don Álvaro o la fuerza del sino" de Ángel Saavedra, Duque de Rivas, y como es previsible por el titulo, el tema es el destino, marcado por la muerte accidental del padre de la chica, lo que provoca el ansia de venganza de su hermano y le complica la relación amorosa con su chico. El destino lleva a la pareja a retirarse del mundo y refugiarse en la vida monacal huyendo del vengativo hermano, pero no juntos, sino que sufriendo su amor imposible, cada uno por su lado, sin saber que están muy próximos físicamente.

La ópera tuvo dos finales, uno en la versión del estreno en 1862 en San Petersburgo, en la que morían los tres protagonistas y que a Verdi no le acababa de convencer (pensó, con buen criterio, que eran demasiadas muertes), por lo que se planteo rehacer la obra y en la segunda versión sólo mueren dos, dejando al chico purgando el resto de su vida su maldito destino.
Gracias a esta segunda versión, estrenada en la Scala de Milan en 1869 y que es la que se representa en la actualidad, se puede disfrutar de la famosa obertura que Verdi compuso para la ocasión y que marca musicalmente toda la obra, como una especie de leitmotiv wagneriano.
La partitura es bastante deudora de su anterior ópera "Un ballo en maschera", hasta el punto de que emplea las mismas notas de uno de sus personajes, el paje Oscar, en la primera intervención de la gitana Preziosilla de la Forza, un personaje puesto con calzador y sin relevancia dramática, y que en el tercer acto tiene la ocasión de cantar lo único reprochable de esta memorable partitura verdiana: el "Rataplan, rataplan". La diferencia es que Oscar lo canta una soprano ligera y Preziosilla una mezzosoprano, circunstancia que aleja este personaje de las grandes creaciones de Verdi para esta tipología vocal.
La versión que se podrá ver a partir de mañana, 31 de mayo, en el Palau de les Arts, está ambientada en los años cuarenta, y según declaraciones de David Livermore, responsable del montaje, su inspiración la ha encontrado en algunas películas en blanco y negro de la historia del cine.
Para esta propuesta que inaugura el Festival del Mediterráneo de este año, el interés está en el conjunto de voces que se ha logrado reunir, en la dirección de Mehta y en constatar que el montaje puede dar un punto de credibilidad a un libreto, que por sí mismo, no inspira muchos alicientes, pero que en unión con la excelente partitura puede dar como resultado un espectáculo muy estimulante.
  
Aquí dejo unos vídeos de algunos de los momentos vocales...

Leontyne Price como Leonora: "Sono Giunta... Madre pietosa Vergine". Acto II.



Jerome Hines y Renata Tbaldi como Padre Guardiano y Leonora: "Chi mi cerca". Acto II.



Carlo Bergonzi como Don Alvaro: "La vita è infernio". Acto III.



Etore Batianini y Mario del Monaco como Don Carlo y Don Alvaro: "Fratello...". Acto IV.


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