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domingo, 1 de febrero de 2015

DON PASQUALE. ROBERTO ABBADO. PALAU DE LES ARTS 31/01/2015. "EXQUISITA BUFONADA"


Estos últimos días ha bufado mucho viento, esto es real. Ha habido bufonadas de mal gusto. Las noticias han bufado en todas direcciones, y yo también he bufado y mucho...
Tiene gracia, porque esta obra la tiene, que una ópera bufa sea la que sople un aire fresco al Palau de les Arts. Este rigor de las desdichas versus recinto de la lírica se merecía este soplo de aire fresco, y sobre todo se lo merecían los cuerpos estables, coro y orquesta, y todos los que ponen su grano de arena para que esto funcione. Todos estuvieron donde tenían que estar e hicieron lo que tenían que hacer, para que en una noche de estreno todo funcionara con precisión.
Los espectadores entramos un tanto despeinados (bufaba el aire) y salimos recompuestos gracias a un espectáculo que fue muy gratificante, y más tras el vendaval, real y metáforico, que ha soplado alrededor de este Palau sin trencadís. Mi enhorabuena a todos.   



Los cinco protagonistas de esta ópera de Donizetti cumplieron sobradamente. Se escuchó auténtico belcanto. Había que aguzar el oido para disfrutarlo, pero se disfrutó. La escenografía no favorecía la proyeccion de las voces. Ecuchar las dos arias del primer acto de Ernesto y Norina desde el último piso de la casa de muñecas que representa la escenografía, me hizo temer lo peor, pero el maestro Abbado cuidó mucho las dinámicas de la orquesta sin descuidar los matices y la cosa funcionó, con sordina, pero funcionó. Una vez aguzado el oido, y gracias a la dirección de escena y a la calidad de las voces, sin mucho volumen en algún caso, los cinco se esmeraron en interpretar y cantar sus roles respectivos con mucha solvencia.
Michele Pertusi como Don Pasquale empezó su actuación en las alturas del escenario y conforme su actuación iba descendiendo a los pisos inferiores su calidad vocal iba ascenciendo... Cosas de la escenografía. Al final dejó un excelente sabor de boca. Fue un "viejo rico y solterón" estupendo.
Artur Rucinski fue una sorpresa haciendo de Dr. Malatesta. No me lo imaginaba vocalmente en el papel y lo bordó. Su voz fue la que mejor se proyectó, por volumen, y cantó esplendidamente su parte, con dominio del estilo y las agilidades.
La Norina de Nadine Sierra, tuvo gracia y desparpajo y su voz de soprano ligera se pudo escuchar, a pesar del handicap que suponía la escenografía, demostrando, dada su juventud, que el bel canto no lo hace nada mal.
El personaje de Ernesto es para un tenor ligero, y Maxim Mironov tiene una voz pequeña de escaso color que se asemeja más a la de un tenorino. Cantó con gusto y dado su color de voz, le dió a su personaje unos matices de fragilidad que a mi me resultaron muy atractivos.
Del corto personaje del notario se hizo cargo Shi Zong. Es la aportación del Centro de Perfecionamiento de Placido Domingo, que es cantera habitual para estos papeles y estuvo solvente.  



La escenografía y vestuario de Isabella bywater tiene cierto encanto. Todo un pequeño o gran homenaje a las casitas de muñecas. La dirección de escena, originalmente de Jonathan Miller, estuvo a cargo, en esta ocasión, de Rodula Gaitanou y fue muy trabajada. Todo ello contribuyó a que el espectáculo funcionara con sutileza y teatralidad, aunque con cierto perjuicio para las voces. Da la sensación que se trabajó mucho en los ensayos para buscar el equilibrio perfecto entre voces, orquesta y actuación escénica y la verdad es que se consiguió en gran medida. Un logro en ese aspecto del responsable de llevar la batuta.



Hay que resaltar la labor de Roberto Abbado al frente de todo este conglomerado. Con la batuta en la mano, aunque en la foto no la lleve, sacó lo máximo de una orquesta en estado de gracia, para dar agilidad, controlar las dinámicas y resaltar los matices que tiene la partitura. Un exito conseguir un sonido tan espléndido y un resultado tan redondo sin tapar las voces.
Este hombre conoce los secretos del bel canto. Todo un placer tenerlo en Les Arts con los tiempos que corren. Que se repitan, no los tiempos estos tan "bufantes", sino sus actuaciones.
La orquesta, ya lo he dicho, en estado de gracia. Gran momento el solo de trompeta que acompaña al compungido Ernesto en el inicio del segundo acto.
El coro solo interviene en el acto tercero, pero fue otro de los momentos brillantes de la noche. Esos... "Quel nipotino" fueron de manual del sarcasmo... 

Noche de estreno con buenos ingredientes y un óptimo resultado... de una ópera bufa.

Para completar la información hay que leer estos comentarios de dos estupendos blogs:
http://elblogdeatticus.blogspot.com.es/2015/02/don-pasquale-gaetano-donizetti-palau-de.html
http://cantanellas.blogspot.com.es/2015/02/esto-es-opera-pasquale-en-el-palau-de.html?spref=fb&m=1