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lunes, 13 de mayo de 2013

LA ÓPERA. Una banda sonora de los acontecimientos (5)


La justicia, ese conglomerado de normas y reglas que regulan las relaciones entre los integrantes de toda sociedad que se precie, es el tema de esta quinta entrega… y ya se sabe que la justicia es implacable, aunque no se aplique a todos por igual… Algo así como que siempre toca… cuando no un pito una pelota…



JUSTICIA
Eso es lo que clama la “ciudadanía” en vista de los procesos abiertos últimamente, y que parece que en los criterios de los órganos implicados en su aplicación, se mantienen ciertas discrepancias que hace que la apreciación del dogma que dice que “la justicia es ciega”, no se corresponda con la realidad. Debe ser porque alguien le quita la venda de los ojos a la Dama de la Justicia, que se representa con una balanza y los ojos vendados, cuando le conviene.
Para ilustrar con la ópera este clamor ciudadano, dejo este vídeo de Don Carlo de Verdi, en el que Isabel de Valois le pide justicia a Felipe II  para reparar las maniobras que intentan poner en duda su honorabilidad… La corte, la justicia, el honor, la política y las intrigas están lamentablemente de actualidad…



BLANQUEO DE CAPITALES (1)
Como si de una película de Berlanga se tratase, hemos visto en las pantallas (de TV) a tres condenados por blanqueo de capitales…, al en su día alcalde de Marbella, su amante y su despechada esposa. No hablaré de la sentencia, que tiene tela, pero sí dejaré un vídeo como banda sonora para representar a uno de los personajes. En este caso, a la amante tonadillera, que hizo público su amor al entonces edil supremo de Marbella, en un supuesto devoto camino rociero…




BLANQUEO DE CAPITALES (2)
Siguiendo con el peliculero acontecimiento, la despechada esposa, una especie de sacerdotisa marbellí, destapa los trapicheos en el consistorio de su infiel marido alcalde… En su enajenado despecho, no calculó las consecuencias (o sí) que su ánimo de venganza podría traer, con el resultado de estar los tres condenados por el delito ya mencionado. En la mente de la esposa despechada crece el deseo de venganza, por considerar que las dispares sentencias (de los tres implicados) no han conseguido satisfacer sus ansias de ver recompensada su humillación, al ser su condena mayor que la de la amante de su consorte. Consecuente con su delirio vengativo, amenaza con sacar a la luz todo lo que se ha callado… Algo así como: “De perdidos al río”… Norma de Bellini y el estupendo dúo en el que la sacerdotisa le canta las cuarenta a Pollione, es la banda sonora que ilustra este acontecimiento… a tres bandas…



2 comentarios:

  1. Jajaja, la historia da para una ópera y más. Lástima que hoy no tengamos un Bellini o un Verdi para ponerle música.

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    1. Si no fuera por la pasta que se han llevado podría ser también un buen tema para una ópera bufa...

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