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lunes, 9 de marzo de 2015

NORMA. PALAU DE LES ARTS. 8/3/2015 "SIMBOLOGÍA, ALEGORÍA Y FRAGILIDAD"


Con estas tres premisas se representa esta Norma de Les Arts. Hay símbolos, hay alegorías y hay una fragilidad en este trágico personaje que es Norma, que se manifiesta ya en su gran cavatina "Casta diva". La voz de Mariella Devia se ajusta bien a este perfil de Norma. No tiene la voz ideal, pero sí la maestría para sacar adelante su Norma, más frágil, pero totalmente creíble. Una lección de bel canto.
El Pollione de Russel Thomas, es un poco torpe en su deambular escénico, pero con una voz recia y atractiva llevó adelante su personaje con cierta relevancia.
Varduhi abrahamyan tiene una voz imponente, de bello timbre, muy contrastada con la de Devia, aunque en los dúos la sabiduría de la veterana soprano se impuso. Su Adalgisa fue de grato impacto.
En su corto papel de Oroveso, Serguéi Artamanov dejó un buen sabor de boca, y fue creíble tanto como jefe de los druidas como en su figura paterna respecto a Norma.
En los dos papeles menores de esta obra, salió mejor resuelta la Clotilde de Cristina Alunno que el Flavio de David Fruci, un tanto falto de proyección vocal. Ambos proceden del Centre de Perfeccionament Plácido Domingo.


La orquesta y el coro titulares volvieron a dar muestras de su calidad. Ni el pequeño desajuste que hubo en una de las entradas del coro empañó su labor, tanto en su parte escénica como vocal. 
La orquesta estaba en buenas manos y eso siempre se nota. El coro, en esta obra, tiene momentos de especial y sutil relevancia en el discurso dramático, y estuvieron a gran altura.
El Ballet de la Generalitat también interviene, como es habitual últimamente cuando la ocasión lo requiere... y si no lo requiere también, como es este caso. Nada que objetar. Cumplieron perfectamente su cometido.



La agradable sorpresa vino de la dirección de Gustavo Gimeno. Él mismo hablaba de la dificultad del reto. Una primera Norma impone respeto. Supo encontrar la medida exacta de esta obra, entre heroica e intimista. Respiró con los cantantes, los acompañó con mimo sin perder el pulso y le dió presencia a la orquesta cuando se podía y se limitó a matizar el canto cuando el momento lo requería. Una gran labor de un director con no mucha experiencia en un foso de ópera. Admirable.



La labor de Davide Livermore como director de escena ya es bien conocida. Fiel a su línea de crear espectáculo con la ópera, ingenia una representación visualmente atractiva y atrayente. Brillante, tanto por la utilización de la luz, como por la sugerencia de símbolos y alegorías visuales. Consigue dar agilidad a la escena en esta ópera, un tanto estática en su dramaturgia, y sentido en el ir y venir, ascenso y descenso, de esa muestra de naturaleza muerta que se supone que es el gigantesco tronco que preside la escena. Hay que tener en cuenta que los druidas estan muy ligados al bosque y a la naturaleza.
Una falla... puede ser, pero en las monumentos falleros también hay imaginación y aquí la hay... 
Especial referencia se hace al tema del infanticidio, consumado en el texto original en el que se basa el libreto de Felice Romani, pero no en la ópera de Bellini. Y que en este montaje sobrevuela como un peso en la conciencia maternal de la protagonista.
Yo aplaudo este montaje, por imaginativo, por espectacular y por su enorme plasticidad.
A todo esto contribuyen las labores de Giò Forma en la escenografía, de Mariana Fracasso con el vestuario y de D-WOK en la videocreación.

Una gran obra lírica, bien servida en todos los aspectos, que devuelve al Palau de Les Arts a la posición que nunca se debió dejar perder como teatro de ópera... Esto último va dirigido a quién corresponda...  


Comentarios a tener muy en cuenta en estos dos blogs referenciales:
http://cantanellas.blogspot.com.es/2015/03/norma-en-el-palau-de-les-arts-832015.html
http://elblogdeatticus.blogspot.com.es/2015/03/norma-vincenzo-bellini-palau-de-les.html


viernes, 6 de marzo de 2015

NORMA DE BELLINI Y SU PERFIL COMO MUJER



Ahora que la inteligencia emocional está tan de moda, en estos cuatro vídeos se refleja, en este aspecto, la reacción a los hechos que perturban la vida y la psique de Norma por el hecho de ser mujer.

En este primer vídeo, Adalgisa le viene a contar a Norma que esta enamorada y a pedirle perdón por haber roto sus votos como virgen del templo de Irminsul. Norma, que ha pasado por la misma experiencia y ha tenido que ocultar su relación para mantener su posición de gran sacerdotisa, la exime de sus obligaciones y la anima a que viva su amor como ella no lo ha podido hacer. Entendimiento y complicidad entre las dos féminas...




En este segundo vídeo, Norma descubre que el enamorado de Adalgisa es el padre de sus hijos y el desvelo de sus pasiones. Norma lo tiene claro, y su reacción es culpabilizar a Pollione al sentirse traicionada. La joven virgen es para ella una víctima, y todos sus reproches son para su desleal procónsul romano. Su primera reacción es de venganza al sentirse dolida y despechada. ¿Quién no reacionaría así al sentirse con el corazón destrozado?...




Tercer vídeo y segundo dúo de las dos féminas de este trío amoroso. La complicidad de las dos mujeres es cada vez mayor, tanto, que Norma después de arrepentirse de llevar a cabo su venganza sobre Pollione a costa de sus hijos, le confía estos a Adalgisa, tras llegar a la conclusión de que las criaturas no tienen que sufrir las consecuencias. Ante el hecho de verse repudiada en el amor, se desmorona todo su mundo. Se cuestiona su fatal error y la traición a su padre y a su pueblo. Lo único que le queda por hacer es salvar a sus hijos y recobrar su dignidad... 




Llegamos al cuarto vídeo. Pollione ha sido detenido por violar el templo, recordemos que Adalgisa reside en él por ser una sacerdotisa, y al especular si alguna de las vírgenes ha sido cómplice o víctima de esta profanación, Norma, para salvar la vida de Adalgisa, a la cual ha confiado sus hijos, desvela su propia relación con el procónsul, confiesa que es madre y que el padre es el mismo Pollione, y se ofrece como víctima propicia para reparar esta ofensa. Lo que escuchamos es una proclama de autoestima no carente ni de venganza ni de asunción de su destino ante Pollione. Este no tiene otra salida que reconocer la grandeza de Norma y como no tiene escapatoria, se ofrece a acompañarla al sacrificio con ínfulas de renovado amor...




Todo un personaje esta Norma de Bellini. Y sería interesante un estudio de un o una especialista en inteligencia emocional, teniendo en cuenta la época en que transcurre la trama.
Esto viene a cuento por el estupendo libreto de Felice Romani y por la música creada por Bellini para esta obra. Es bel canto, pero marca una apreciable distancia con otras obras de esta escuela. No hay dúos de pasiones desenfrenadas ni escenas de locura, pero sí momentos de bravura. Todos los personajes parecen muy cuerdos asumiendo sus circunstancias, aún siendo en algún momento trágicas. Es una historia épica, por momentos íntima, de traición amorosa. Esto es mérito de Bellini, subrayando el texto con unas melodías muy apreciables, que son capaces de crear el clima adecuado para que los sentimientos y la tragedia salgan a flote, en algunas ocasiones, con una contención encomiable. Algunas son de una belleza turbadora.
Acabo diciendo que esta es una de mis cinco óperas favoritas, y bien servida por la escena, el foso y las voces, se disfruta de principio a fin.    

lunes, 2 de marzo de 2015

"NORMA VIENE"... AL PALAU DE LES ARTS



Si tomamos la cultura celta; la magia, creencias y poder de los druidas; el caracter épico de los enfrentamientos entre Roma y las Galias; un toque de tragedia griega; la visión romántica de la época en que fue compuesta la obra y hacemos un cóctel, podemos establecer una idea de por donde van los tiros en esta ópera de Bellini.
Norma es sacerdotisa, es hija de Oroveso, jefe de los druidas, esta enamorada de Pollione, procónsul romano en las Galias, es madre de dos (creo) hijos cuyo padre es el citado Pollione, que se la está pegando con una virgen del templo, la joven Adalgisa.
Ya podemos imaginar que Norma no lo tiene nada fácil para poder mantener su estatus, no defraudar a su padre, asimilar que ha sido traicionada por su amado procónsul y que sus hijos no sufran las consecuencias de los acontecimientos. Un conflicto amoroso, social y políticamente no aceptado, que la lleva a aceptar un final que le devuelva su dignidad como mujer y como gran sacerdotisa...
Con todas estas premisas, el personaje de Norma es difícil, tanto vocalmente como en su parte dramática.
Hay muchos momentos destacables en esta ópera, pero he elegido tres que pueden reflejar los diferentes estados anímicos, y que vocalmente son reflejo de la belleza y dificultad a las que se enfrenta la protagonista.

Los audios de los vídeos son de la Norma interpretada por Mariella Devia en 2013 en Bolonia. Dos años más tarde la va a cantar en Les Arts con una madurez, esperemos que no decadencia, en la que se encuentra esta estupenda soprano que ha dejado muestras de su dominio del bel canto...

"Norma viene", con estas palabras los druidas anuncian la llegada de Norma, la gran sacerdotisa. Es su primera presencia en escena con un recitativo, aria y cabaleta según los cánones del bel canto, pero en este caso el aria o cavatina es "Casta diva", el aria de las arias según muchos. La sacerdotisa se muestra en todo su esplendor...




Cuenta la leyenda que Caballé le consultó a Callas sobre la oportunidad de cantar Norma, y Callas le respondió algo parecido a esto: "Si puedes cantar el dúo, puedes cantar Norma". Este dúo, "In mia man al fin tu sei...", refleja el enfrentamiento de la sacerdotisa con Pollione reprochándole su relación con Adalgisa. La mujer traicionada y vengativa se muestra en este dúo, vocal y dramáticamente complicado, por tesitura de voz y por su expresivo fraseo...




Llegamos al final y Norma muestra su lado maternal y filial, pidiendo perdón a su padre y suplicándole que ampare a sus hijos, sabedora del sacrificio al que se va a someter. Su dignidad como mujer, hija, madre y sacerdotisa salen a relucir, cantados en un concertante de especial belleza...



Paradigma del bel canto, esta ópera es una auténtica joya, y como tal hay que apreciarla. Como toda joya necesita de una presentación acorde con su valor... La expectación es grande, veremos.